México, 10 Ene (Notimex).- Bailarines, actores, músicos y artistas plásticos
podrán tener mayor creatividad e imaginación con el tratamiento
Neuroterapia (Neurofeedback), el cual equilibra las ondas cerebrales,
afirmó la especialista en el ramo Andrea Sicilia. Entrevistada por Notimex, explicó que la terapia aplicada por medio de
una computadora "se puede aplicar también a artistas de diferentes
disciplinas para que tengan una mayor creatividad, mayor concentración y
más enfoque en lo que están haciendo o creando". La pedagoga
egresada de la Universidad Panamericana destacó que se trata de un
proceso revolucionario de electrografía que trabaja a través de las
ondas alfa y delta, entre otras, y consiste en llevar al paciente a un
estado de meditación profunda. "Esta modalidad puede traer imágenes
o recuerdos de diferentes cosas e igual le puede ayudar a cualquier
artista para plasmarlo en sus creaciones, sea en la danza, pintura, música",
puntualizó Sicilia, quien desde hace cinco años aplica el tratamiento.
Detalló que el método computarizado mide las ondas cerebrales de las
personas, toda vez que el cerebro humano trabaja mediante impulsos eléctricos,
los cuales son evaluados, y sustancias químicas, que son los
neurotransmisores. "El cerebro produce ondas de frecuencia baja,
media y alta y dependiendo de la edad de la persona, cada tipo de onda
tiene que estar dentro de un promedio y cuando se producen de más o menos
en el cerebro traen diferentes consecuencias en todo lo que es estado de
ánimo, de atención, el sueño y los estados de conciencia, entre
otros", comentó.
Sicilia, quien recibió un curso personalizado en la materia por parte
de especialistas del Consorcio Interamericano para el Desarrollo Humano,
con sede en Estados Unidos, dijo que existen tablas universales para medir
las ondas cerebrales. Dependiendo de la edad, por ejemplo, los niños
producen ondas de frecuencia baja y conformen crecen van tomando los
niveles correspondientes, añadió la entrevistada, quien cuenta con el
equipo necesario para aplicar la neuroterapia. Recordó que el tratamiento
surgió en los años 60 y 70 en la Universidad de California, en Estados
Unidos, mediante experimentos que fueron aplicados a gatos, gracias a lo
cual se advirtió que podía ser aplicado a personas sin ningún daño,
sobre todo a niños con déficit de atención. "En México ya tiene
entre 10 y 15 años de aplicarse, y aquí en la clínica cinco años con
muy buenos resultados, que principalmente hemos recibido a niños con déficit
de atención y a personas con ansiedad, estrés crónico y la neuroterapia
es una buena alternativa", subrayó Andrea Sicilia. Mencionó que el
tratamiento de neuroterapia inicia de acuerdo al diagnóstico, pues se
diseña una terapia óptima para cada paciente, el cual es programado en
la computadora de acuerdo con las áreas del cerebro.
"Esto empieza primero con un diagnóstico, aplicación de
cuestionarios, test de variables de atención y después ver las
frecuencias que debemos trabajar, en sesiones que tienen una duración
aproximada de 50 minutos y de dos a cuatro veces por semana", anotó.
Puso como ejemplo que en las sesiones con pacientes con alta frecuencia en
sus ondas cerebrales se conectan unos electrodos en el cuero cabelludo de
esas personas e inicia el proceso de neuromodulación por medio de
retroalimentación visual y auditiva. A través de ese mecanismo se
modifican "las amplitudes de cada una de las ondas cerebrales, como
delta, theta, alfa, beta media y beta alta", abundó Sicilia. Subrayó
que la neuroterapia ayuda al paciente a incrementar la efectividad del
entrenamiento físico; mantener la ejecución óptima bajo altos niveles
de presión, o encontrar el tiempo necesario de descanso y relajación.
Asimismo, a canalizar las emociones; enfocarse en lo positivo, y lograr
mayor concentración y nivel adecuado del estrés positivo y visualizar el
éxito, añadió. Por último, apuntó que el tratamiento es aplicado a
personas con déficit de atención, hiperactividad, bajo rendimiento académico
y laboral, problemas conductales, depresión o ansiedad, estrés crónico,
trastornos de sueño, adicciones, trastornos de alimentación y epilepsia
o trauma cerebral.