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Entrenamiento de Neurofeedback para  Daño Cerebral Menor (TBI)


Ahora entendemos mejor las consecuencias de los daños traumáticos menores del cerebro.  Las personas que sufren estos, normalmente pasan por un proceso de escanografía y/o de resonancia magnética para determinar que pasa en su cerebro.   Como con frecuencia estos daños no son de tipo orgánico sino funcional, muchos no pueden detectarse por estas técnicas.  Cuando así ocurre, la persona afectada, a menudo no es tomada en serio y se piensa que está inventando los síntomas. Aun, en algunos casos, aunque los problemas funcionales del sujeto son evidentes, el TAC o las resonancias (RMN) resultan del todo normales o en algunos casos se reporta un daño axonal difuso.

Recientemente, otro tipo de análisis tales como el mapeo de ondas cerebrales o electroencefalografía cuantitativa (QEEG) revelan en estos pacientes cambios en la actividad de la corteza cerebral, mostrando respuestas lentas en las ondas cerebrales y un electroencefalograma (EEG) anormal, lo que puede relacionarse con el daño cerebral sufrido.

Los síntomas que acompañan el daño cerebral menor, incluyen principalmente la pérdida de energía, dolor de cabeza, dolores crónicos, mareo y vértigo, dificultad de concentración, ansiedad, depresión, estado de animo variable, problemas del sueño, irritabilidad, dislexia, y a veces, cambios de personalidad. Cuando el daño es mayor, observamos problemas en la expresión verbal (afasia) o dificultades en el movimiento o rigidez muscular de las extremidades que pueden incluir también pérdida de capacidades intelectuales o de atención.

A veces pueden aparecer convulsiones, u otras actividades similares como el fenómeno del aura.  Si la persona sufría de Déficit de Atención, migraña o trastornos del sueño, antes del accidente, estos síntomas se pueden ver muy exacerbados.   La severidad del daño, incluyendo el período de inconsciencia, normalmente no tiene mucha relación con la severidad de los síntomas subsecuentes. Estos últimos, pueden aparecer meses y aun años después del trauma original.

Hasta el momento, no disponemos de publicaciones suficientes sobre el uso del Neurofeedback en daño cerebral,  pero tenemos en nuestra institución un trabajo clínico amplio en este campo. Durante los últimos años hemos obtenido considerable evidencia clínica de la efectividad del entrenamiento con el Neurofeedback como terapia adjunta para remediar los síntomas del daño cerebral menor. El entrenamiento es efectivo aun varios años después del trauma, cuando ya no se espera ninguna mejora y el estado del paciente ya se ha estabilizado. Aun bajo estas condiciones,  muchos de los síntomas que se anotaron antes,  pueden llegar a mejorar.

Por medio del entrenamiento con el Neurofeedback, hemos podido restablecer la vida productiva de muchos individuos que habían sido incapacitados durante años por un daño traumático del cerebro. Esto es especialmente válido en casos de accidentes de tránsito, en donde el paciente no presentaba daños cerebrales can anterioridad al accidente.

El proceso se inicia mediante un mapeo cerebral (QEEG) que nos indica el área mas afectada del cerebro y las frecuencias cerebrales que se alteraron por el traumatismo. El proceso continúa mediante entrenamiento de ondas cerebrales que se extienden desde un mínimo de 50 sesiones de entrenamiento y cuya duración se establece de acuerdo a la recuperación evidenciada en el paciente.

Aunque en ocasiones el tratamiento puede no ser 100 % efectivo, se consiguen mejoras que van desde un mínimo del 50% hasta valores que rondan normalmente en el 85%. Lo cierto es que la persona que realiza el entrenamiento, siempre obtiene beneficios significativos. Deben realizarse como mínimo,  10 sesiones de entrenamiento para determinar la efectividad del mismo, y los ajustes óptimos del protocolo de Neurofeedback.

El entrenamiento puede durar entre 25 y 100 sesiones, a razón de 2 sesiones por semana.  Por supuesto, las personas pueden continuar con entrenamientos mas largos en caso de que la velocidad de aprendizaje sea mas lenta que la del común de las personas. Se ha demostrado que el beneficio de esta terapia se mantiene a largo plazo.  Una vez que el cerebro ha aprendido como regularse, ya no pierde esta capacidad en el futuro.

En muy pocas ocasiones, cuando el entrenamiento se inicia antes de los seis meses después del accidente, existe la posibilidad de que emerjan algunos síntomas asociados al trauma y que no aparecieron antes, ya que el cerebro y sus subsistemas aun no se han estabilizado completamente. El paciente debe ser consciente de esto, ya que en algunos casos pueden asociarse la aparición de los síntomas indeseables  al inicio de la terapia. Es seguro que estos eventuales efectos no tienen ninguna relación con el Neurofeedback, pero si con el accidente que generó el trauma, por lo cual no se debe suspender la terapia. En todo caso, estos síntomas se presentarían con o sin el entrenamiento. 

De todas formas. mientras mas rápido se inicie el trabajo de entrenamiento, el beneficio será mayor y menor la duración de la terapia.
 


TERAPIA DE NEUROFEEDBACK 


Si desea mas información sobre la terapia de Neurofeedback, por favor póngase en contacto con:

Instituto de Psicotecnología

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